La llegada del frío trae consigo la necesidad de empezar a encender los equipos de calor.

 

Una de las acciones más importantes a la hora de ahorrar energía al tratarse de la calefacción es el ajuste de temperatura en el interior de la vivienda. La temperatura idónea se encuentra entre los 19 y 21 grados, por cada grado que se aumenta se estima un aumento del 7% en el consumo.

 

Según los datos de Selecta, se puede ahorrar hasta un 25% en la factura si se apaga o se baja la temperatura de la calefacción una hora antes de irnos a dormir. También bajando cuatro grados la calefacción si estamos fuera de casa.

 

 

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