Si tu aire acondicionado empieza a oler mal o no enfría como debería, no es raro: el polvo, la suciedad y los microbios se acumulan con el tiempo y pueden afectar tanto al rendimiento como a la calidad del aire. Aquí entran en juego Airpur y Airnet, dos productos especializados que no solo limpian a fondo, sino que también eliminan los olores desde el origen. Te cuento cómo aprovecharlos y por qué merecen estar en tu rutina de mantenimiento.

 

¿Qué hace cada uno?

- Airpur funciona como desinfectante y neutralizador de olores, aplicable en zonas como bobinas y serpentines. Su fórmula actúa como bactericida, fungicida e incluso viricida, eliminando olores, microbios y otros agentes contaminantes.
- Airnet es un limpiador potente que elimina suciedad, grasa, polvo y microorganismos sin necesidad de frotar. Se utiliza principalmente en filtros, rejillas y bandejas de condensados, ayudando a restablecer el flujo de aire de forma eficaz.


Beneficios de usarlos juntos

- Rendimiento óptimo: Al eliminar residuos y microbios, facilitas el funcionamiento eficiente del sistema y prolongas su vida útil.
- Ambiente limpio y sin olores: Airpur neutraliza los olores persistentes, dejando un aroma fresco y revitalizante.
- Salud y bienestar: Al reducir bacterias, moho y alérgenos, mejoras la calidad del aire, algo crítico para personas sensibles.
- Aplicación sencilla: Ambos vienen en spray y se utilizan en pocos pasos; ideal para usuarios sin experiencia técnica.

 

¿Cómo utilizarlos paso a paso?

Airnet:
1. Apaga o desconecta el aire acondicionado.
2. Retira filtros y accede a las rejillas o bandejas.
3. Rocía Airnet sobre las áreas sucias, deja actuar unos minutos.
4. Limpia los restos con paño o cepillo suave; si es necesario, aclara y seca.


Airpur:
1. Después de Airnet, aplica Airpur sobre bobinas, serpentines o zonas con olor.
2. Deja actuar un rato y elimina el exceso con un paño húmedo antes de volver a poner los filtros.


Claves para un mantenimiento duradero

- Usa los productos cada 2–3 meses, o antes si detectas olor o baja eficiencia.
- Cambia o limpia los filtros con regularidad.
- Haz una revisión anual con un profesional para evitar problemas mayores.
- Ventila bien el espacio tras la aplicación, especialmente si hay olores muy intensos.
- Utiliza guantes y gafas protectoras, y evita rociar zonas eléctricas sensibles.