La Unión Europea tiene como objetivo inmediato reducir notablemente su demanda de gas este mismo invierno. El plan de Reducción de la Demanda de Gas en Europa pretende que los Estados Miembros, voluntariamente, reduzcan su consumo de gas en un 15% antes de marzo de 2023.

Según la UE, el sistema de calefacción o refrigeración que se emplee en nuestros edificios es determinante para lograr grandes ahorros. Se estima que el 30% de los edificios comerciales de la Unión Europea aún se calientan con gas.

Encontrar fuentes de calefacción alternativas es primordial para cumplir los objetivos marcados, y una solución bastante práctica es la de usar los sistemas de aire acondicionado ya instalados.

Las bombas de calor reducen en gran medida la demanda de gas natural y, por tanto, el coste energético hasta en un 25%. Son hasta cuatro veces más eficientes que un sistema de gas, ya que tres cuartas partes de la energía utilizada para calentar provienen del aire exterior de forma gratuita y solo se consume una cuarta parte en electricidad.

En edificios que ya tienen instalada una bomba de calor, pueden optimizarse mediante el uso de sistemas que favorezcan el ahorro energético. Los modelos más actuales, ya son inteligentes, incluyen conectividad en la nube y pueden avisar de usos excesivos de energía en diferentes zonas del edificio permitiendo intervenir de manera rápida y eficaz.

Por tanto, recordar algo sencillo como que el sistema de aire acondicionado es una bomba de calor aire-aire, capaz de calentar edificios de manera eficiente y eficaz puede venir muy bien para contribuir a los objetivos marcados por la UE en unas fechas muy señaladas en las que el consumo energético suele verse alterado.