Las zonas verdes van cobrando más importancia dentro de los espacios urbanos debido a la gran cantidad de ventajas que ofrecen. Estas áreas suavizan el efecto de “isla de calor”, mejoran el aislamiento térmico y acústico, reduce la demanda de energía y las emisiones contaminantes del edificio, aprovechan el agua pluvial y la instalación de paneles solares.


La instalación de cubiertas biosolares “se tratan de soluciones integrales, sostenibles y limpias, que nos permiten abordar con eficacia problemas tan complejos como el sobre calentamiento de las ciudades o el abastecimiento de energía a través de fuentes renovables”, explican desde la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización (AIFIm).


“Este tipo de cubiertas mejoran la calidad del aire en los núcleos urbanos y reducen la temperatura, refrescando el ambiente, y actúan sobre la demanda de energía en el edificio. Pero, además, nos permiten incrementar la producción de energía limpia y renovable, por encima de la media de producción de una cubierta estándar”, apuntan.

 

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