El pasado 1 de septiembre entraba en vigor el nuevo impuesto sobre los gases fluorados de efecto invernadero (IGFEI) que grava la fabricación o importación de equipos precargados y la primera carga de refrigerantes en instalaciones nuevas, suponiendo un encarecimiento de entre el 5% y el 10%.
Las empresas mostraban su rechazo ante la forma en la que se ha aprobado este impuesto frente al que se han visto sin apenas margen de respuesta y con muy poco tiempo de reacción. Por su parte, las asociaciones del sector han denunciado que el reglamento publicado incluye multitud de modificaciones respecto al borrador previo contra el que ya habían presentado alegaciones.
Uno de los principales cambios que conlleva esta aprobación es que ahora es obligatorio certificar o indicar en la factura la cantidad y la clase de gas utilizado y el importe del impuesto que corresponde a dichos gases.
España se ha sumado así a un reducido grupo de países de la Unión Europea que dispone de un impuesto especial sobre la emisión de gases fluorados a la atmósfera.
Más información sobre este nuevo impuesto en el portal caloryfrio.com