El Comité Técnico Europeo de Fluorocarbonos (EFCTC) –grupo sectorial que forma parte del CEFIC, la patronal química europea– ha lanzado una campaña que, bajo el lema #SayNoToIllegalHFCs, invita a la industria y a la ciudadanía a comprometerse con la lucha contra el comercio ilegal de gases fluorados HFC.
El objetivo de esta iniciativa es impulsar la acción conjunta en toda la cadena de valor de los refrigerantes para erradicar el mercado negro de hidrofluorocarbonos (HFC), una amenaza para los objetivos climáticos y el medio ambiente de Europa en las que todas las partes implicadas deben trabajar juntas.
El EFCTC invita a todos los actores que participan en la cadena de valor de los HFC a unirse a la campaña. Desde productores a importadores, pasando por distribuidores y contratistas y hasta los usuarios finales, todos pueden poner de su parte para detectar y denunciar los productos ilegales cuando los compran, reparan o venden.
El éxito de la erradicación del mercado negro depende de la aplicación estricta de la ley y de la adopción de medidas políticas en toda la UE. El EFCTC también insta a los funcionarios de toda la UE a sensibilizar sobre el compromiso y a trabajar con la industria para lograr objetivos comunes.
Desde 2015, el Reglamento sobre gases fluorados de la UE tiene por objeto reducir gradualmente el impacto climático de los HFC mediante un sistema de cuotas establecido. Sin embargo, el análisis de los datos realizado por Oxera y el EFCTC en junio de 2020 concluyó que el mercado negro de HFC importados ilegalmente en Europa en 2018 aporta hasta 34 millones de toneladas equivalentes de CO2 cada año. Esa cifra es comparable a un tercio del mercado legal o 25 millones de coches nuevos en las carreteras de la UE, más que la cantidad total de coches que circulan hoy en día en España.
Según una encuesta de la Agencia de Investigación del Medio Ambiente (EIA, por sus siglas en inglés), el 83% de todos los trabajadores en la cadena de valor de los refrigerantes conoce el comercio ilegal de HFC y al 72% se le ha ofrecido cilindros desechables con anterioridad. No obstante, están prohibidos en Europa desde 2006.
Las recientes incautaciones de envíos ilegales en Rumanía, Rotterdam y Livorno (Italia) demuestran la prevalencia del problema, la complejidad de las rutas comerciales ilegales y los mercados de revendedores. Desde la producción hasta su uso final en la construcción, la hostelería o la automoción, un bidón de HFC va pasando por muchas manos. Por ese motivo, el mercado negro de refrigerantes solo puede erradicarse si cada eslabón de la cadena de valor se toma en serio su responsabilidad y se une a la lucha.
Más información en la web de la campaña #SayNoToIllegalHFCs.