El Blog de la ventilación eficiente de Soler y Palau, al que ya nos hemos referido anteriormente por la calidad de sus contenidos, ha publicado una entrada muy interesante sobre qué es el confort térmico, una sensación subjetiva, diferente para cada individuo y que cambia a lo largo del año.
La temperatura de confort se puede entender como la sensación de satisfacción con el ambiente térmico en el que el individuo se encuentra. Se puede afirmar que hemos alcanzado la temperatura de confort, cuando las personas que ocupan el ambiente no experimentan sensación de calor ni de frío. Esto sucede cuando las condiciones de temperatura, humedad y velocidad del aire son apropiadas para el desarrollo de la actividad que se realiza en ese espacio.
En la construcción subjetiva de la sensación de confort térmico intervienen distintos factores:

  • La temperatura del ambiente.

  • La temperatura de las paredes.

  • El sistema de calefacción.

  • La humedad relativa del aire.

  • El movimiento del aire.

  • El individuo.


En última instancia, es el ocupante de la vivienda quien mejor puede definir cuál es la situación que le proporciona la sensación de confort térmico.
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