Según informa La Vanguardia, unos investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Rey Abdullah de Arabia Saudí han diseñado un revolucionario sistema que mezcla agua salada con luz solar para obtener energía para refrigerar y mantener climatizado un espacio.
El sistema no necesita electricidad para funcionar y se basa en aprovechar la reacción de cambio de fase que se produce cuando los cristales de varias sales se disuelven en el agua. Concretamente, si se añaden sales en agua tibia, este agua rápidamente se enfría a la vez que las sales se disuelven.
El experimento realizado por la universidad saudí ha permitido mantener una estancia por debajo de los 15 grados durante más de 15 horas. Además, una vez disuelta el agua, utilizaron calor solar para evaporarla y recuperar la sal en forma de cristales.
Los investigadores han trabajado también con nitrato de amonio por su gran capacidad de disolverse en agua y de enfriar, cuatro veces mayor que la de cloruro amónico.
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