La importancia de garantizar la calidad del aire interior en las naves industriales se debe a que son espacios donde se desarrollan con frecuencia actividades con un elevado impacto contaminante. En este sentido, se hace imprescindible la instalación de un sistema de ventilación industrial. Eso sí, para optimizar su eficacia, hay que elegir el más adecuado para cada tipo de nave industrial.
El Blog de la ventilación eficiente de S&P explica cómo diseñar una ventilación industrial eficiente.
El objetivo de cualquier sistema de ventilación para la industria está claro: conseguir una óptima calidad del aire interior. Para ello, es necesario renovar el aire un determinado número de veces a la hora, teniendo en cuenta:

  • Las dimensiones de la nave.

  • Los materiales usados en la edificación.

  • Las sustancias presentes.

  • El número de trabajadores.

  • El tipo de actividad que realizan.

Pero, además, hay que tener en cuenta el modelo de ventiladores que se necesita en función del caudal de aire y, sobre todo, los puntos donde se instalarán la entrada o entradas de aire exterior. Este es un asunto esencial porque hay que evitar la recirculación entre el circuito de aire de entrada y el de salida. También, son un elemento clave las rejillas de extracción.
Hay que tener en cuenta que las naves industriales en las que se realizan actividades que generan altas concentraciones de gases tóxicos o humos, necesitan medidas específicas para garantizar una buena calidad de aire. Por eso, en casos como las zonas de soldadura o similares, deben disponer de un sistema específico de captación de humos, con su elemento captador (campana o similar) situado lo más cerca posible del punto de emisión de gases contaminantes. Es decir, al sistema de ventilación general de la nave, hay que añadir otro en cada punto donde se generan los contaminantes.
El funcionamiento de un sistema de ventilación industrial necesita unos puntos de entrada de aire limpio y unos de salida del aire viciado. Se trata de establecer un circuito en el que el aire que viene de fuera empuje al contaminado hacia el exterior para que se cierre el círculo de renovación del aire. A partir de esta estructura, dependiendo de otros factores, encontramos tres tipos de ventilación industrial:

  • Ventilación estática o natural.

  • Ventilación eólica.

  • Ventilación forzada con extractores eléctricos para forzar la salida del aire.

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