El año llega con incrementos en los precios de las fuentes energéticas más utilizadas en las empresas y los hogares españoles. El encarecimiento de las materias primas y los costes de generación se trasladarán a las facturas.
El petróleo ha alcanzado precios máximos desde julio de 2015. Con un precio por encima de los 60 dólares por barril, todo hace presagiar un aumento de los precios de los carburantes y una repercusión alcista en el gas y la generación de electricidad.
El recibo del gas natural aumentará un 6,2% en enero pese a que el Gobierno ha congelado la parte regulada y ha reducido el precio del alquiler de los contadores.
El precio de la bombona de butano experimentó un encarecimiento del 2,1% el pasado noviembre y su precio se revisará a finales de enero.
La electricidad ha cerrado 2017 con un incremento de precio del 10% y se prevé una subida del 2,5% a pesar de la congelación de la parte regulada de la tarifa. Las olas de frío de principios de año suelen favorecer la subida del recibo.
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