La calidad del aire interior en los centros educativos es básica para el bienestar de los alumnos que se encuentran en sus aulas. Incluso han surgido diversos estudios en los últimos años cuyas vías de investigación se centran en cómo las partículas contaminantes pueden afectar el desarrollo cognitivo de los niños así como a su capacidad de atención y a su rendimiento.
El Blog de la ventilación eficiente de Soler y Palau publica una entrada que profundiza en este tema, empezando por explicar lo que dice la legislación al respecto, en concreto el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), que es el documento que establece los requisitos mínimos sobre calidad de aire interior que deben cumplirse en los edificios de uso no residencial.
El artículo trata también la importancia de los filtros de aire en el rendimiento de los alumnos según un estudio realizado a raíz de una fuga de gas que tuvo lugar en 2015, cerca de la ciudad estadounidense de Los Ángeles. En esa ocasión, se instalaron filtros en los centros educativos y los resultados académicos de los alumnos mejoraron.
Para asegurar la calidad del aire interior en centros educativos también hay que tener precaución con los productos de limpieza empleados o evitar el uso de mobiliario, elementos de construcción y/o decorativos que desprendan sustancias contaminantes.
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