5 claves para conseguir la humedad ideal en casa con Soler&Palau

¿Alguna vez has sentido que el ambiente de tu casa está demasiado seco en invierno o cargado en verano? Mantener la humedad relativa en niveles adecuados no es solo una cuestión de confort: también influye en tu salud, en el estado de tu vivienda y hasta en el consumo energético.
El RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) recomienda unos valores muy concretos:
En invierno, lo ideal es mantener la humedad entre el 40 % y el 50 %, con temperaturas de 21–23 °C.
En verano, el rango sube al 45 %–60 %, con temperaturas de 23–25 °C.
Cuando nos salimos de esos márgenes, llegan los problemas: condensación en las ventanas, moho en paredes, muebles dañados, sequedad en la piel… e incluso molestias respiratorias.
1. Aprende a detectar los síntomas
La casa nos avisa cuando algo no va bien. Si hay exceso de humedad, verás manchas de moho, olores a humedad o cristales empañados. Si, por el contrario, el ambiente está demasiado seco, notarás labios resecos, ojos irritados y hasta descargas de electricidad estática al tocar ciertos objetos.
2. Controla con un higrómetro
No hay mejor forma de saber el nivel de humedad que midiendo. Hoy existen higrómetros digitales muy sencillos que, además de la humedad, te muestran temperatura y hasta el histórico de datos. Colócalo en una zona central, lejos de radiadores o corrientes de aire, y tendrás una lectura realista.
3. Ventilación natural… pero con cuidado
Abrir las ventanas siempre ayuda, pero no es la solución más eficiente si fuera hace demasiado frío, calor o si tu casa está muy hermetizada. En esos casos, se pierde más energía de la que se gana.
4. Apuesta por la ventilación inteligente
Los sistemas de ventilación con control de demanda (DCV) son una excelente alternativa: ajustan de manera automática el caudal de aire en función de la humedad y la calidad del aire interior. Así consigues confort, evitas moho y, además, ahorras energía.
5. Ventilación mecánica controlada (VMC)
Si buscas un paso más, la VMC con recuperación de calor es la opción más completa. Estos sistemas expulsan el aire viciado pero aprovechan hasta un 80 % de la energía para calentar o enfriar el aire nuevo que entra. El resultado: ahorro en climatización y humedad equilibrada durante todo el año.