En ERFRI, creemos que el acceso a un agua limpia, y segura debe ser algo cotidiano. Aunque el agua del grifo cumple habitualmente con estándares sanitarios, filtrar el agua potable aporta beneficios adicionales que no deben subestimarse. A continuación, te contamos 5 razones para instalar un sistema de filtración en tu hogar —y cómo estos beneficios también se alinean con valores ambientales, de salud y económicos.

 

1. Mejor sabor y calidad del agua

Aunque en muchas zonas el agua de red cumple los criterios de potabilidad, puede contener sustancias que afectan su sabor y olor: cloro residual, compuestos orgánicos, partículas, metales traza, etc.

Un sistema de filtración de calidad elimina estos compuestos que “ensebazan” el sabor (por ejemplo, el cloro).
En el caso de tecnologías como las de BWT, se logra además una mineralización con magnesio, lo que no solo suaviza el agua sino que aporta un toque más agradable al gusto.
Esto hace que el agua filtrada no tenga nada que envidiar al agua embotellada, y al mismo tiempo reduzca los residuos plásticos.


2. Beneficios para la salud: aportes minerales

Otro argumento de peso para filtrar el agua es aprovechar la oportunidad de enriquecerla con minerales beneficiosos:

El magnesio, presente en algunos sistemas de filtrado como los de BWT, tiene funciones importantes en el organismo, como el mantenimiento del sistema neuromuscular, el equilibrio cardíaco y la reducción del estrés.
Además de eliminar impurezas, un buen sistema de filtración permite conservar o incorporar minerales útiles, en lugar de simplemente “desmineralizar” el agua.
De este modo, beber agua filtrada no solo hidrata, sino que también puede contribuir al bienestar diario.

 

3. Apoyo al entorno local y reducción de la huella ambiental

Optar por agua filtrada en casa también es una decisión con impacto positivo en el medio ambiente:

Al no depender del transporte y embotellado de agua comercial, se reducen emisiones de CO₂ asociadas al transporte y procesamiento.
Además, cada filtro puede reemplazar decenas o cientos de botellas plásticas de un solo uso, disminuyendo la carga de residuos plásticos.
Este enfoque local también refuerza la autosuficiencia hídrica de hogares y comunidades, una tendencia con gran futuro en sostenibilidad.


4. Protección del medio ambiente con una “zona sin botellas”

Este punto está estrechamente ligado al anterior, pero merece destacarse como tal:

El plástico representa hoy uno de los grandes retos ambientales por su persistencia en ecosistemas y su dispersión en océanos.
Al decidir no depender de botellas plásticas, se reduce la demanda mundial de plástico y el consumo de recursos (petroquímicos, energía).
Un solo cartucho filtrante puede evitar la utilización de decenas o cientos de botellas plásticas según el modelo y frecuencia de uso.


5. Ahorro económico y de tiempo

Finalmente, filtrar el agua en casa también puede ser una decisión muy práctica:

En muchos países, comprar agua embotellada es considerablemente más caro que el costo equivalente de agua de red filtrada. BWT cita que un m³ de agua del grifo cuesta unos 1,69 € (ejemplo en Alemania), mientras que el mismo volumen embotellado puede costar entre 130 y 610 €.
Al no tener que cargar garrafas ni desplazarse a comprarlas, también se ahorra tiempo y molestias.
Los cartuchos y filtros suelen tener un coste recurrente, pero mucho menor comparado con la compra constante de agua embotellada.